Us enganxo un fragment amb referències cinematogràfiques que he tret del llibre de Paul Arden ‘Uster puede ser lo bueno que quiera ser’, un petit però fantàstic receptari per a emprenedors i creatius:
Una idea nueva puede sonar rara, absurda, o ambas cosas.
No se puede juzgar a partir de una descripción. Hay que materializar la idea para que exista.
Es difícil que alguien pague algo que no entiende, o sea que no tendrá más remedio que cargar con los gastos. Sean cuales sean.
Quizá tenga que suplicar, robar o pedir dinero prestado. Pero tendrá que espabilarse.
Es emocionante.
Es complicado y es divertido.
Si fuera fácil no tendría gracia.
La película Ciudadano Kane es un ejemplo excelente. Nació de una negativa, no de una aprobación.
Orson Welles no encontró productores, pero pudo recaudar algo para el reparto.
Suplicó aquí y allá, pidió dinero prestado y engatusó a gente para que construyeran decorados y grabaran pruebas buenas que acabaron constituyendo una tercera parte de de la película.
EXISTÍA
Los productores pudieron ver la idea. El consiguió el dinero.
De no haberlo hecho cuando parecía que no se podía hacer, la película habría pasado a engrosar la lista de ideas jamás realizadas.
1 comentari :
Però, ai las, no sempre li va funcionar, al senyor Welles.
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