dijous, de juny 19

Els ponts entre les persones



La reconstrucción del puente costará unos diez millones de dólares, y cuando esté acabado, puede que este año o quizás el siguiente, se escucharán salvas, se harán fotografías, volverán los autobuses cargados de turistas, se instalarán los vendedores de recuerdos y Mostar se proclamará una ciudad reconciliada. Pero el hombre que habrá hecho estos posible, l'ingénieur des ponts et chaussées, no está seguro de que su puente pueda aguantar todo este peso simbólico. Será un nouveau vieux pont, porque no hay forma de volver al que construyó Hayreddin, al igual que no hay forma de retornar al Mostar anterior a la llegada de la locura. El ingeniero se da cuenta de que el proyecto del puente trae a colación una de las conclusiones esenciales de todo proceso de construcción nacional: ¿cómo se tienden puentes entre las personas? ¿Cómo se puede ayudar a la gente a reconciliarse? En realidad, ¿pueden hacer algo los extrangeros? Y ¿qué decir del poder de la belleza? Lo más duro de la historia de Mostar es que la belleza del puente no lo protegió de la locura. Queremos creer que la belleza puede ayudar a la gente a resistirse a la llamada de la muerte y la discordia. Sólo el tiempo dirá si la belleza dispondrá de una segunda oportunidad.


Aquest fragment pertany al llibre El nuevo imperio americano de Michael Ignatieff, i ve a tomb del documental Els ponts de Mostar, que han fet una colla de joves mataronins encapçalats pel company periodista Joan Salicrú, i en el qual, a través de diversos testimonis que van patir en primera persona la guerra dels Balcans, intenten mostrar com queden les coses en un país, en una ciutat, si no hi ha un veritable procés de reconciliació. Dimecres 18 el van presentar en una projecció al Foment Mataroní, però si no hi vau poder ser, el podeu veure sencer -us el recomano- a través d'aquest blog.