dijous, de novembre 22

Més que un actor, tot un gènere



Avui em quedo amb el que diu en Boyero a El País:

(...) Desaparece un insustituible símbolo de la mejor cultura, una opinión con poder legitimador, anticonvencional y brillante, heterodoxa y libertaria. Ese concepto tan enfático, patriótico, de pompa y circunstancias, denominado una tragedia nacional, adquiere significado, realidad y sentido constatando que ya sólo nos queda el legado de Fernando Fernán-Gómez en los vídeos, los libros y los DVD, que ha desaparecido una persona que formaba parte de las mejores señas de identidad para mucha gente de este país. Me gusta ver y escuchar al actor Fernán-Gómez en blanco y negro y en color, en películas alimenticias o prestigiosas, en las que sólo aportaba su profesionalidad y en las que parecía sentirse implicado, en comedia y en drama, en personajes bondadosos o malvados, en faceta cómica y en faceta trágica, metiéndose en la piel del hombre de la calle o dando vida a gente excepcional, exteriorizando e interiorizando, histriónico o cotidiano, pintoresco o desamparado, parlanchín o receptivo, castizo o intimista, ganador o perdedor.

No recuerdo ninguna decepción con él, aunque el guión o la película fueran infames. Me ocurría lo mismo que con José Isbert, con Marcello Mastroianni, con Robert Mitchum, con Cary Grant. Su presencia siempre es gratificante, desprende autenticidad, está por encima del bien y del mal. Pero voy a recordarle siempre con mucho agradecimiento por su creación de tres ancianos memorables. El tan sabio como cálido de Belle époque, el maestro humanista, librepensador y finalmente masacrado de La lengua de las mariposas y el moribundo enloquecido y obsesionado con ajustar torturadas cuentas con su pasado de En la ciudad sin límites.


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1 comentari :

Una ha dit...

El maestro de La lengua de las mariposas es inolvidable,me llegó al alma,he visto algunas de sus películas del principio en un canal temático y merecen la pena,no soy incondicional de él pero su voz,su manera de hacer,su personalidad son insustituibles.Único.Totalmente de acuerdo en lo que dice Boyero.Saludos