divendres, d’abril 1

Els cucs, la Creació divina i les pel·lícules Imax



A mi encara em sorprenen, en ple segle XXI, notícies com aquesta de La Vanguardia (és un fragment):
Rodada en el 2003 en formato de pantalla gigante Imax, Volcanes del mar profundo es un documental didáctico sobre organismos que habitan las profundidades del Atlántico sacando energía de los volcanes submarinos. Steven Low, el director canadiense del filme, quiso averiguar la posibilidad de que aún haya especímenes de un gusano, el Paleodictyon nodosum, uno de los primeros organismos complejos que apareció en la Tierra. Low y su productor, James Cameron, director de Titanic, utilizando submarinos empleados para el rodaje de la famosa película, encontraron abundantes pruebas de que en efecto existe. A juzgar por fósiles encontrados en la costa de Vizcaya, los primeros gusanos de esta especie emergieron hace entre 500 millones y 1.000 millones de años, según se explica en la película.

Pero para algunos de los 137 participantes en un pase de la película en el Museo de Ciencia e Historia en la ciudad de Fort Worth (Texas), 500 millones años son demasiados. Ciertos evangelistas, que se basan en una lectura literal de la Biblia, creen que la Tierra y sus habitantes fueron creados por Dios en seis días hace unos 6.000 años. Por eso, hicieron valoraciones, tras ver el documental, del tipo: "Me sacan de quicio quienes presentan la teoría de la evolución como un hecho real".

Low dijo que la película fue rechazada en quince salas Imax de museos de Estados Unidos, y que casi la mitad de éstas achacaron en parte la decisión al hecho de que habían recibido quejas de cristianos fundamentalistas que consideraban que era una blasfemia. "A los creacionistas no les gustan las referencias al DNA porque nos conecta con los gusanos", bromeó. Pero añadió: "Es ridículo, y también grave, porque quieren restringir la enseñanza de ciencias a los niños".

La directora de un cine Imax anexo al acuario de Charlestown (Carolina del Sur), otro estado del llamado cinturón de la Biblia, reconoció en declaraciones a The New York Times que a la hora de elegir películas educacionales es menestar "sopesar con mucho cuidado el hecho de estar en el cinturón de la Biblia", ya que "tenemos más público creacionista que evolucionista".

Ya se han producido polémicas en Estados Unidos por lo que parecen ser concesiones al creacionismo en la educación publica. Ya hubo una decisión en este sentido en el Servicio Nacional de Parques del Gran Cañón, en cuyas librerías se vende un libro creacionista que explica la formación del cañón como un proceso desencadenado por el diluvio de Noé.