Arte lleno de color
Gatos de ojos grandes y colores variados, a veces imposibles, se asoman a un mantel de hule. Muñecas de ropa levantan las manitas de fieltro para saludar. Personajes de todas las razas y mirada bondadosa sonríen cómplices en los cuadros. Un mueble antiguo, recogido de la calle, adquiere nueva vida pintado de verde claro. En el taller de Marina Maass parece que el mundo se vuelve amable. "Afuera hay mucho gris. Hay que ponerle un toque de color a las cosas", explica esta joven artista plástica argentina, de 31 años.
Marina llegó a Barcelona hace seis años, tras una temporada en Mallorca, y asegura sentirse "en su casa". "La ciudad me recibió con los brazos abiertos y me animó a pintar. En mi obra está lo que me inspira Barcelona. La mezcla de culturas, la diversidad de gente que he conocido aquí me hacen pintar de esta manera", explica.
De padre y hermanos pintores, y amante del teatro y la escenografía, empezó de niña haciendo manualidades, recortando figuras de papel y pintando cantos rodados. Y ahora, desde su taller de la calle de Jupi número 4, en Barcelona, presta su estilo a cuadros, móviles, lámparas, muebles --"muchos los encuentro en la calle y los pinto", explica--, ropa, zapatos y complementos. "Me dicen que lo que hago es para niños, pero no sólo es para ellos. También es para los mayores que tienen espíritu de niño", sentencia.
Su obra puede disfrutarse en pequeños locales y también en bares del centro histórico de Barcelona. "Entrar en grandes salas y galerías es muy difícil", aclara. Y últimamente, como ella misma explica, "los personajes se escapan de los cuadros a la calle". Hace unos meses que Marina aporta poesía a las calles pintando sus gatos y sus muñecos en algunas paredes. Paseando por el Raval, el Barri Gòtic y por la zona de la plaza de los Traginers pueden verse sus personajes, mirando con ojos de sorpresa al transeúnte.
I aquest és el quadre que jo tinc a casa meva de la Marina Maass:
... es titula Dame un besito. Què us sembla?
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