Divertida la relació que feia en Sergi Pàmies divendres passat a La Vanguardia entre l'èxit del terror "català" amb pelis com REC i El orfanato i la situació que es viu el país. Aquí un fragment:
El terror, pues, recorre las salas y, para este año, incluye estos dos nuevos títulos cuya cosecha podría sumar-se a las denominaciones de origen tan publicitadas por nuesto gobierno en materia de vinos. La coincidencia de este subidón terrorífico (que confirma aquella frase de Mao Tse Tung según la cual un poco de terror siempre es necesario) permite intuir que, a partir de ahora, entraremos en una etapa de secuelas sucesivas que alimentarán el mercado que, trabajosamente, se ha conseguido abrir. Catalunya podría convertir-se en centro neurálgico del terror cinematogràfico, una seña de identidad que no sólo no desentona con la complejidad psicológica del país sino que, además, le viene como anillo al dedo (la secuencia identitaria perfecta: modernismo, surrealismo, terror).
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