divendres, de desembre 17


Carreró Vermeer



De La Vanguardia.

El callejón es uno de los pocos paisajes urbanos que pintó Johannes Vermeer (1632-1675). Críticos e historiadores se han preguntado por qué pintó Vermeer este lugar y si existió realmente. La respuesta de Daan Hartmann, ciudadano de Delft, galerista y restaurador, es que sí existió y que además era la entrada a su estudio. Para argumentar tan rotunda conclusión, esgrime bibliografía del pintor, actas de compraventa del inmueble y el cotejo visual del cuadro con el actual callejón situado entre los números 17 y 21 de la Voorstraat de Delft.

La historia se remonta a 1979, cuando Hartmann compró el estudio de la calle Voorstraat. Los anteriores dueños le contaban suposiciones sobre el posible antiguo propietario, según tradiciones orales que él no creyó en primera instancia. Sin embargo, estudiando detenidamente las actas notariales de compraventa de la casa, comenzó a ver nombres relacionados con Vermeer.

En el siglo de oro había cuatro fábricas de cerveza que databan de la edad media que se reconvirtieron en viviendas. Willem de Coorde, amigo de Vermeer, alquiló el local al cervecero Bleiswijk en 1653 para que Vermeer pudiese pintar fuera de su casa. Tres años más tarde compró el local para sacar de apuros a Bleiswijk. En 1660 aparece el nombre de Hendrik van der Eem, abogado de la Corte de La Haya, que era tutor de los hijos de Vermeer, como comprador de la casa a Coorde, quien permite a Vermeer seguir pintando allí. Van der Eem estaba casado con Anna van der Dussen, hija de una familia adinerada de Delft de quien sabemos que prestó instrumentos musicales al pintor para sus cuadros.

Hartman asegura que el callejón de la Voorstraat y el pintado por Vermeer son el mismo. "Me refiero al tejado inclinado, si mira al callejón del centro hacia la izquierda. Es del que más se ve, después del de tejas rojas. El marco de la puerta de la izquierda está todavía inclinado, como en el cuadro. La decoración de la fachada que se ve al fondo es igual, y también la chimenea a la izquierda, aunque ahora está un poco más alta que en el cuadro. La distancia entre las dos puertas sigue siendo la misma, la proporción entre la apertura de la puerta la casa más grande a la derecha y la acera sigue siendo igual en el cuadro que en la actualidad. Vermeer pintó el cuadro tomando primero apuntes fuera en una mañana de otoño y lo terminó en el estudio", asegura Hartmann convencido.

El callejón pertenece a la colección del Rijksmuseum, que hasta el momento no quiere comentar los hallazgos de Hartmann. "Sería precioso que existiera El callejón en Delft", responde Elles Kamphuis, portavoz del Rijksmuseum. Hasta el momento, Hartmann no ha logrado convencer a sus compatriotas. "No sé -dice Hartmann- por qué en Holanda no reacciona nadie. He recibido cartas de EE.UU, de revistas de arte de Italia, Francia, Inglaterra. Un concejal del ayuntamiento de Delft, Balje, quiere hablar conmigo sobre el dossier con mis hallazgos que ya envié al alcalde. Parece que se lo empiezan a tomar en serio".