En Bayreuth se representa una remota y confusa historia. Sin embargo, es el como se representa lo que atrapa al público, encerrándolo en una fantasía que sería impensable en sus circunstancias cotidianas. El buen burgués, materialmente opulento pero con escasa imaginación mítica, tiene la oportunidad de verse implicado en una acción épica en la que, aunque sea de modo transitorio, se transfigura su existencia. No, desde luego, porque comprenda ni tampoco porque goce, en el sentido íntimo de la palabra, sino porque queda anonadado por el espectáculo.
Rafael Argullol. "La herencia de Sigfrido", dins 'El fin del mundo como obra de arte'. Ed. El Acantilado
Fotos: Bust de Wagner al Festspeilhause Park; tres aparadors de botigues que aprofiten la imatge de Wagner, i els músics de l'ópera sortint al balcó del Festspielhause per avisar els espectadors de la represa de la funció.
Vídeo: Sortida dels espectadors de l'ópera de Bayreuth (enregistrat el 2 d'agost del 2012, durant l'entreacte de Parsifal)
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